domingo, 18 de septiembre de 2011

Una cierta clase de cuento de hadas

Cuando niños, especialmente a nosotras las mujeres, nos cuentan siempre de cierta clases de cuentos de hadas. Cuentos maravillosos y fantásticos, sacados de la más grande imaginación de los más grandes igeniosos de las letras.
Todos ellos siempre nos hablan de el príncipe azul o de la princesa encantada lista para ser rescatada.
Cuentos como la princesa encantada, blanca nieves, la cenicienta e incluso cuentos más nuevos y modernos como el de shrek, en todas sus versiones. Todos ellos, cuentos que nos hacen volar en nuestra imaginación, que nos hacen reir y nos hacen conectarnos de alguna forma con nuestro interior y en preguntarnos ¿será que realmente existen los cuentos de hadas? y preguntarnos, ¿Será que lo que vivimos en nuestras vidas de alguna u otra forma se transforma en cuento de hadas?...pues bueno, es así como nos vemos inmersos en estos cuentos de ayer y hoy y también de alguna manera u otra, realmente no sé bien como, los relacionamos con nuestra vida amorosa en el pasado, presente y futuro.
Durante el largo de nuestra vida, buscamos a una persona especial, que nos haga sentir vivos por dentro, nos ilumine cada día. Aquella persona con la que nos sentimos realmente cómodos, aquella con la que podemos ser nosotros mismos. Esa cierta persona que te quiere sin importar como te veas por la mañana al despertar o simplemente te quiera tal cual eres, sin importar las ropas o pintas que lleves.
Pues sí, todos hemos pensado en esto, imaginado esto o vivido esto. Es algo que es inevitable, algo que no se controla ni se planea, simplemente ocurre...el amor.
A lo largo de la vida, han existido innumerabes historias de amor, algunas con finales felices como los verdaderos cuentos de hadas o algunas con finales no tan felices, pero que aún así nos llenan el alma al verlas leerlas o escucharlas. Las hemos visto en películas, en libros, en cuentos, en historias contadas en la radio e incluso en nuestra propia vida y cada vez que hacemos o recordamos estos ciertos episodios, nos sale una pequeña sonrisa y decimos, esto me ocurrió a mi, esto lo estoy viviendo ahora, aún estoy pensando en ello o por que no decirlo, algunos decimos...aún estoy reconciderandolo y meditándolo.
El amor es insospechado, como lo mencione en mi cita de bienvenida con una de las frases que creo que mejor lo califica y que mejor apunta al meollo del asunto y que es muy cierta "El amor es como un rayo no se sabe cuando cae hasta que ha caído" y es así insospechado y sorpresivo y lleno de altos y bajos como la vida misma, lleno de caminos listos para ser descubiertos.
Es por eso que es como una cierta clase de cuento de hadas, por que se acerca mucho a los cuentos que nos cuentas siempre desde que somos chiquitos, pero creanme ninguno de ellos, por muy lindo que sea es realmente la copia fiel de la realidad, la realidad lamentablemente y afortunadamente es otra. No vamos por ahi besando a un sapo para que convierta en príncipe ni mucho menos vamos por ahí besando a una persona con aspecto de muerta para que se levante y te diga te amo...pues no, lo vivimos de forma diferente, vivimos la escencia misma del cuento, que es ni más ni menos que el sentimiento vivo y puro de amor.
Dejenme mencionarles algo que escuche no hace mucho y que me causo cuando lo escuche mucha risa, tanto que hasta lloré de las carcajas. Pues bien todos sabemos la historia de aquel sapo, que busca a una princesa que lo bese por primera vez, con aquel beso de amor eterno y que lo libere de aquel hechizo y lo convierta nuevamente en un príncipe, pues bien mis queridos lectores, les cuento es un "mito" y ¿de dondé proviene?, pues proviene de cierto sapo, que se come y que causa un cierto efecto alucinógeno, una especie de droga podríamos decir, que como toda droga causa efectos extraños y completamente fuera de lo real. 
Podrán imaginar el efecto que esta vuelta en la realidad tuvo en mi, fue como un alivio, una especie de "¡lo sabía!" y fue muy bueno que cierta experta en sexualidad en un programa llamado Contacto lo mencionara, por que así todas las que vimos el programa pudimos darnos cuenta y por fin caer en la realidad de que el príncipe azul no existe, no existío y nunca existirá, por que hombres son hombres y punto y mujeres son mujeres y punto. Unos más complicados que otros, eso no lo niego, pero de que somos todos sacados del mismo pincel, pues si  lo somos. Pues ¿Una cierta clase de cuento de hadas?...


http://www.youtube.com/watch?v=I-5o77_tSrs

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