domingo, 20 de noviembre de 2011

Extractos...

27 de Agosto de 1814

El viento soplaba tenuemente y golpeba el olfato como dando alimento a mi respiración. Era un día tranquilo de termino de invierno y ya los primeros dejos de arcoiris se dejaban ver trás las últimas gotas caidas con la última lluvia. Cada vez que cerraba mis ojos apoyada en mi ventaba, podía sentir el sonido de la propia naturaleza llamando a mi puerta, como si fuera el propio cartero dejando las noticias del día. Pasa el tiempo... Seis y media de la mañana... Siete y media de la mañana...Ocho...Ocho y media... y busco a través de mis papeles más preciados el más hermoso, las nocitias que sé que algún día llegarán y aunque se que por estos días solo son pequeños fragmentos de mi imaginación, estoy segura que pronto y con los años se volverán realidad. Los sueño, los anhelo y los busco con el pensamiento y los escribo para así nunca más olvidarme de que un día yo los soñe y así cuando ya lo tenga ante mis ojos lea lo que algún día escribi,  le diga, yo te pense.
Aquí lo tengo, ¡es éste el papel!....

"Querido....

¿Recuerdas cuando nos conocimos?, tú pisaste la cola de mi vestido con tus botas llenandolo de barro y Dios  sabe cuanta cosa más que había después de tal furiosa lluvia. Mirandome a los ojos me dijiste rápidamente, "lo siento Señorita, pero este carruaje tendrá que ser mio..tendrá que esperar el otro" y yo te dije "lo siento yo por Usted, pero tendrá que compartirlo conmigo". Te quedaste sin palabras y dandote vuelta, dijisntes para ti mismo "la Señorita terquedad en persona". Sin decirte nada subi al carruaje y me seguiste detrás. Fueron las dos horas más silenciosas y curiosas de nuestras vidas. Una vez que llegamos a la ciudad, no nos despedimos y no nos volvimos a ver hasta tres años después. Yo acaba de licenciarme en letras y tú habías vuelto después de un largo viaje. Nos encontramos justamente ahi, donde todo comenzo pero para nuestra fatalidad o para nuestro bien porvenir el carruaje nunca llego y los dos por primera y única vez coincidimos en la mala fortuna y después de eso solo llego la buena, donde nuestro amor se hizo más grande..."


Me gusta leer siempre estás palabras, se que aún no lo conozco y se que no sé como será él en realidad, pero algo me dice que algún día lo conocere. Todos los días observo por mi ventana el camino en donde en mis sueños lo conozco y es en los días como hoy en donde la lluvia a dejado sus primeras diminutas gotas en donde mi corazón se acelera y da pequeños brincos de alegría. Ya puedo  escuchar al cartero, acaba de sonar la campana, me pregunto que novedades nos traerá hoy...


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